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La gamificación, como sabemos, consiste en aplicar dinámicas de juego en diversos ámbitos para lograr un objetivo, que dependiendo del terreno en el que nos movamos puede variar desde la captación de clientes para una empresa hasta la motivación de los trabajadores de una plantilla.

En cualquier caso, este tipo de procesos son cada vez más frecuentes y se están expandiendo rápidamente a todos los ámbitos y plataformas. Un buen ejemplo es la acción  de gamificación en las redes sociales. Podemos destacar el caso de Foursquare, que utiliza insignias para incentivar a sus usuarios a lograr determinadas metas.

Otras redes sociales como Miso, Achivy, Taringa o Getglue también han empezado a recurrir a procesos propios de la gamificación para darle mayor atractivo a sus plataformas y captar más usuarios.

Explotando las acciones de gamificación en las redes sociales podemos alcanzar muchas mejoras. Además de conseguir un público mucho más fiel, podemos influir a los usuarios hacia determinados comportamientos a través de toda clase de incentivos que la gamificación nos permite desarrollar. Tal es el caso mencionado de Foursquare.

Para aprovechar la gamificación en el terreno de las redes sociales, debemos enfocar la estrategia en un objetivo concreto, asegurarnos de que disponemos de una comunidad sólida en nuestras redes –y en el caso de que no la tengamos, ponernos en marcha para conseguirla– y por supuesto, desarrollar de la mejor manera posible las estructuras propias de la gamificación. Recordemos que este tipo de acciones requieren, sobre todo, ingenio y creatividad de cara a conseguir un producto atractivo, así que esta es siempre la parte más difícil. Pero como ya sabemos, gamificación es convertir en jugable lo que no lo es, y eso suele ser también lo más interesante del proceso.